Habían llegado mis vacaciones, vacaciones que necesitaba con ansias y que a la vez esperaba porque sabía que iban a ser únicas.
El miércoles 31 me encontraba tomando el avión a Chile, donde al subir me encontré un acompañante de asientos muy alegre, ya que se quejo las tres horas de vuelo. Al llegar al aeropuerto de Chile tuve que esperar dos horas antes de tomar el avión que haría escala en Lima y me llevaría después a Los Angeles! Con suerte pude tomar señal de Internet y me entretuve chateando una rato con una amiga.
A las 20:30 empezamos a abordar el avión y fue cuando me llego el sms de Paola avisándome que su vuelo en Buenos Aires estaba demorado por lo que no iba a llegar para hacer la conexión con mi vuelo en Lima, eso quería decir que haría mi viaje en avión sola, me tranquilice y subí al avión. Mi acompañante de esta vez fue un poco mas tranquilo aunque no me dejaba de hablar a lo que me puse los auriculares y escuché un poco de buena música para no tener que soportarlo.
Al llegar a Lima esperamos largo tiempo dentro del avión a la gente que abordaría en esa ciudad, esta vez me toco un señor que recién se había operado de la rodilla y decía que necesitaba un asiento para poder estirar la pierna, otro compañero muy divertido!. Pasaron las 8 horas y llegamos a LAX donde al pasar por el control me preguntaron miles de cosas, me sacaron una foto, tomaron todas mis huellas digitales y el señor que me atendió me dijo que me seria bueno aprender ingles jajaja, no falto nada por preguntar!, después de ahí me dispuse a esperar el vuelo de mi amiga y ratar de no desesperarme al ver a toda esa gente con café y cigarrillo, cosas que no tenia a mi alcance!
Después de dos horas apareció Paola, donde nos quedamos las dos tranquilas al vernos. De ahí nos fuimos con los bolso a tomar el colectivo que nos sacaría de LAX y nos dejaría para tomar otro rumbo a Santa Mónica, al llegar fuimos directamente al hostel, donde nos registramos y dejamos los bolso para ir a tomar un rico desayuno, el lugar elegido el muelle de Santa Mónica, el clima era fresco pero se sentía tan bien escuchar el mar y respirar ese aire limpio, asi que nos sentamos fuera del local, con un rico bagle y una taza grande de café!
Al terminar nos fuimos a recorre un poco y después a buscar donde almorzar. A la tarde pudimos llevar los bolsos a nuestra habitación donde había dos chicas japonesas, dos alemanas y dos que no sabemos de donde eran jajaja. Dejamos las cosas y nos fuimos a comprar las cámaras, cosas que nos costó conseguir y que a la vez tuvimos que viajar mucho!, pero valió la pena!. Había llegado el final del día y todavía no caía donde estaba.
Lo que me llevo la atención desde el primer día fueron dos cosas muy diferentes, una la amabilidad de la gente, siempre es un disculpe o permiso y la tranquilidad con la que viven, pero también me llamo la atención la cantidad de gente que vive en la calle y la cantidad de locos que camina por ellas, es triste ver eso en un país del primer mundo donde uno cree que esas cosas no pasan tanto. Continuara…
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